Tradicionalmente y cromáticamente hablando la sastrería puede llegar a ser tan elegante como aburrida. Y es que cuando uno entra en una sección de trajes los colores que predominan son el inevitable negro, la escala de grises, el omnipresente navy, y por supuesto los tonos tierra.
Pero no por mucho tiempo, y es que esta temporada Primavera-Verano 2012 los modistos y las firmas –
tanto de lujo, como de las más económicas – se apuntan a los trajes de colores. Y nada de tonos discretos, desde los más ácidos como el naranja o el amarillo, hasta tan atrevidos como el azul klein, el morado o el rosa. En este especial destacamos algunos de looks clave de este tailoring coloreado.
Rosados
Desde los tonos suaves como el rosa pastel en un conjunto de Canali de lino, con fular y corbata a tono en un look de lo más clásico. Pasado por tonos más ácidos como el rosa chicle de Frankie Morello, en un conjunto mucho más actual, con uun traje tres piezas con chaleco incluido, que curiosamente se lleva con sandalias y bolso al estilo riñonera.
Los tonos terracota también tiene cabida, en Missoni, por ejemplo, se atreven con un traje de punto de americana ajustada, que se lleva con suéter de también de punto. Aunque para los más desinhibidos cabe destacar el rosa coral de Lanvin. Un traje de corte recto con chaqueta de un sólo botón a modo de trabilla de piel.
Liliáceos y morados
En Roberto Cavalli prefieren las siluetas muy holgadas y los cortes más relajados. El pantalón se lleva ancho y largo, en contraposición a la tendencia de los pantalones pesqueros, muy repetidos esta temporada. La americana cruzada será una de las prendas claves (se repite constantemente en muchas colecciones) y en cuanto a colores, pues en la casa italiana se atreve hasta con un conjunto de sastrería en lila intenso y con ligero acabado adamascado y brillante.
Lucas Ossendrijer y Albert Elbaz para Lanvin también apuestan por esta silueta holgada, aunque en este caso el traje tiene un original acabado de efecto arrugado y se presenta en morado, muy parecido al cruzado de Trussardi casi de tono berenjena.
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